Celobert

Las plantas bajas de algunas fincas antiguas son espacios oscuros y compartimentados, con problemas de humedad o instalaciones obsoletas, muchas veces con un patio trasero desconectado del espacio principal. Así era Lemony House, una casa en Horta con una mala orientación solar y geometría complicada, pero con un gran potencial y un limonero en el patio.

El objetivo del proyecto es aprovechar los puntos fuertes del espacio para convertirlo en una vivienda confortable y eficiente y, a su vez, corregir sus puntos débiles a través de una mejora espacial y mejorar sus instalaciones y acabados. Además, se recuperan y ponen en valor algunos elementos singulares de la construcción original: los techos altos con vigas de madera, los muros de ladrillo macizo, los cerramientos de madera y el patio posterior. El vaciado del espacio y la modificación de la distribución permite crear un espacio central conectado visualmente con el patio, que se convierte en el centro de actividad de la casa.

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A nivel energético, se aísla la envolvente y se colocan instalaciones eficientes como la aerotermia para minimizar la demanda energética. Durante la temporada de más frío, calentamos la casa a través de suelo radiante. En verano, no necesitamos ningún sistema de refrigeración gracias a la ventilación cruzada, a la poca radiación solar directa y a la inercia del propio terreno y las construcciones vecinas. Además, se ha priorizado el uso de materiales de bajo impacto ecológico, reutilizando y aprovechando algunos cerramientos originales de madera.

La Lemony House se ha convertido en un espacio cálido, acogedor y funcional, que acoge a cuatro personas en 70 m² y disfruta de un espacio exterior envidiable en una ciudad como Barcelona.